Parte III
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Cuando Zoly y Obly llegaron al edificio de la compañía, la única luz encendida en todo el edificio era la del despacho del director en la décima planta. Pasaban seis minutos de las once en punto de la noche. El detective y su compañero subieron las diez plantas en el ascensor y se presentaron en la oficina. El director hablaba por videoconferencia con, al menos, tres personas. El tema era los dichosos archivos. Durante diez minutos Obly y Zoly esperaron en el umbral de la puerta. Cuando el director terminó, les dio paso y ellos se sentaron.