31 de mayo de 2011

Y llovía...

Había sido tres años difíciles, pero él creía que el solo hecho de volver a verla recompensaría aquella espera. Era mediodía y el aeropuerto hervía de gente andando hacía arriba y abajo. Se preguntaba cuantas coincidencias habría entre toda esa gente. Quizá haya personas que sin saberlo, se cruzan en un aeropuerto, y años después acaban vestidos de novios en medio de un ritual que daba más miedo que otra cosa. Se sentía absorto, igual que de pequeño cuando se pasaba horas viendo el bullicio de un hormiguero… aunque esta vez no pensaba mearse encima del aeropuerto.

17 de mayo de 2011

No tienes la menor idea...

"Eres un chico y en realidad no tienes la menor idea de lo que hablas.
Nunca estuviste fuera de Boston.
Si te pregunto sobre arte seguramente me darás detalles de todos los libros de arte jamás escritos. Miguel Ángel. Lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual… lo que haga falta. Pero tu no puedes decirme como huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí ni has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto.
Si te pregunto por las mujeres, supongo que me harás una lista de tus favoritas. Puede que hallas conseguido acostarte un par de veces. Pero no puedes decirme que se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad.

4 de mayo de 2011

Química Lírica (II)

 
El sol se oscureció
tras los tiernos cristales
de su lánguida ventana,
y la luna le cubrió
de pesadillas fantasmales
las recónditas esquinas del alma.
Abrió los ojos y se encontró
desnudo y solo, roto y engañado,
frío ante una cama vacía
de piedades inmortales
y pecados banales;
con el corazón dividido,
la mente quizá equivocada,
la mirada perdida en el vacío
y la soledad asomando a su ventana...
El sol se oscureció
y sólo le quedó
esperar la madrugada.